CARTA A ESE NIÑO DE 7 AÑOS


El mundo es de los valientes, dicen, porque reinan los mediocres.

Esta es tu historia. Tu historia y la de tantos otros. La historia de un niño de siete años que sueña con ser astrólogo. Un niño que sobresale, que destaca. Y eso, a veces, molesta. Sabes que no eres como los demás. Sabes que eres como ellos. Sabes que eres inteligente a rabiar, aunque aún no lo comprendas. Decidido. Inconformista. Cada día quieres saber más y más. Por eso preguntas, experimentas, fallas. Ya haces mucho más con tu corta edad de lo que han hecho muchas personas que he conocido. Sabes poco a poco, sin prisa. Saboreas cada día. Eso se nota en tu sonrisa. Y en esas estrellas que salen de tu mirada. Lo que no sabes es por qué te llaman raro. Por qué no te entienden. Por qué te insultan. De qué se ríen.  

Y van a ser así siempre, por desgracia. O por suerte. Cada día intentarán robar una de tus estrellas. Lo veo cuando tus ojos se entristecen por su culpa. Por su ignorancia. Cuando crees que no encajas. Cuando miras a lo lejos y no ves más que sus reproches.  

Y es que hay gente que habla. Hay gente que grita. Verdades supremas que no conocen. Se alzan narradores de vida ajena. Se les va la fuerza por la boca. Las ganas. Los sueños. Los monstruos que cada uno lleva por dentro. Y queda expuesto a la nada algo vacío. Te encontrarás personas que gritan valores que deberían reinar. Palabras fingidas de cara al público que se traducen a lo contrario en soledad. Porque es mucho más fácil destruir un imperio que construirlo desde cero. La ley del mínimo esfuerzo. El miedo, quizás, a enfrentarse a ellos mismos. Tú ya ganas esa batalla cada día. 

Solo espero que, en un mundo de imágenes, encuentres tu voz en las palabras. Esas que antiguamente te hacían honorable. Esas que te permiten ver todas las estrellas del firmamento desde todos y cada uno de los ángulos de tu pequeño telescopio. Solo espero que construyas una personalidad tan fuerte que se centre en lo importante. En aquello genuino que quieres conseguir. Algo trascendente. Algo para nosotros. Porque eres tan puro que no pretendes alcanzar la fama. Ni lo material. Quieres regalarle algo al mundo. Eso que ahora nos falta. 

A día de hoy hay mucho héroe del siglo XXI de sonrisa perfecta y millones en el bolsillo. Pero, para mi, el héroe eres tú. Y espero que la sociedad en la que vivimos te permita llegar a serlo. Porque cada día te encontrarás con gente que habla más que piensa. Que habla más que hace. Que grita más que cuenta. A muchos ya los vas conociendo. Gente que se contradice. Dos caras de una moneda. Demasiado tiempo libre y una lengua viperina que no conoce el sentido común. Gente que no apuesta por sus vidas y que preferirán hundirte y robarte esas estrellas a enfrentarse a los demonios que les queman por dentro. Es muy triste verlos, héroes enmascarados de verdad absoluta. Sus ojos ensangrentados, aliento fétido y corazón marchito te harán temblar. Egoístas, rabiosos, que no se entienden a sí mismos. 

Pero, te lo prometo, vendrán seres alados a abrirte puertas. Cientos. Miles. Personas con el corazón tan puro como el tuyo. Son las que más. Algunas serán fugaces, otras eternas, pero siempre, siempre están. En la tempestad, en el huracán. Allí donde estés, te acompañarán.

A veces pesarán muchísimo esas piedras que quieren hacerte descarrilar. Pero, te lo prometo, esas piedras se van convirtiendo poco a poco en ceniza. Ceniza a la que se la lleva el propio viento. Y mientras ellas se transforman en polvo, tú habrás encontrado la estrella que hay dentro de ti, la de los tuyos y la que colgarás en el manto azul con tu esfuerzo, con tu luz. Confía en mí. Al final de cada viaje solo vas a recordar a las personas que has conocido que valen la pena.

Así que sigue preguntando. Sigue fallando. Deja que brote tu dualidad. Seguirás siendo puro allá donde vayas. Permítenos seguir teniendo esperanza. Sé valiente. Por todos que no lo son. Porque ser valiente no significa hacer algo heroico, ni enfrentarse al monstruo que hay en el armario. Ser valiente significa enfrentarse cada día a uno mismo. Es lo más difícil. Por eso muchos prefieren enfrentarse a cualquiera antes que mirar su propio retrato, como le ocurrió a aquel señor Gray. Pero tú ya lo haces. Y es increíble verlo en un niño de tan solo siete años.

El mundo es de los valientes, porque lo reinan los mediocres.

***

Cada día me enamoro más de mi profesión. Y cada día me aterra más y más. ¿Qué estamos haciendo? Solo espero que permitamos a estos seres extraordinarios salvarnos. 
Porque nos estamos perdiendo. OS NECESITAMOS.

2 comentarios

  1. Venía aquí esperando tu relato para el #52retosliterup y me encuentro con este relato que parece describir a mi hijo pequeño, aunque ahora es ya tiene 23 años. Ahí sigue, levantándose cada día. Me han gustado sobre todo dos momentos, cuando dices "en un mundo de imágenes, encuentras tu luz en las palabras", el tiene todo su mundo "online" sus mejores amigos, amigas sus confidentes virtuales, diferentes idiomas y un mismo sentir. Y luego esta frase: "Ser valiente significa enfrentarse cada día a uno mismo". Y es cierto, tienes razón. A lo mejor no sigue los pasos que yo quisiera, ni luce como el podría(o yo creo que podría).Pero cada días se levanta y sigue su camino. Aunque yo no sepa cuál es. Gracias.
    https://aorillasdeloria.blogspot.com/

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    1. Me he retrasado con los retos, pero poco a poco los iré subiendo y espero que en marzo consiga ponerme al día.
      Lo importante es que siga su propio camino, tal y como dices, y que sea su mejor compañero de viaje. A veces cuesta comprender los pasos que caminan otras personas, sobre todo, imagino, los de tus hijos, pero seguro que será un camino increíble, porque será el suyo :)
      Muchas gracias por tus palabras y por pasarte por aquí.
      ¡Nos leemos!

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