EL COLUMPIO


Fabricaste un columpio y me rendí a la cadencia. 
Las idas siempre provocaban esas mariposas en el estómago por la euforia que produce rozar las nubes con las pestañas. 
Las vueltas, por su parte, dejaban sin respiración, pero siempre fue el camino de regreso a casa. A ese lugar donde coger impulso para continuar volando. 
Y en ese vaporoso balanceo encontraba el sentido a todo, entre los sueños etéreos volviéndose algodón y la pisada firme en el asfalto, en ese felpudo familiar que vuelve a darte la bienvenida.
Ahora miro ese columpio lleno de enredaderas y me pregunto por qué el miedo te paralizó tanto como para que el tiempo se extinguiera. Ese tiempo que hoy nos condena. 


 

3 comentarios

  1. Tus letras son intensas tremendas !! Como este tiempo que nos condena y no nos deja volar.... Beso

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  2. Que hermoso esas sensaciones reales que provocaba columpiarse y pasado el tiempo con el volver a su hogar.
    Un texto que me produce nostalgia.
    Un abrazo.

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  3. Cómo en los anteriores comentarios, letras intensas. También me evocan recuerdos. Cuando después volar del hogar paterno, vuelves a ellos y te impulsan a seguir creciendo. Ellos son tu referente, tu espejo, tu impulso. Y vuelves a ellos en un "vaivén" como el del columpio. Y cuando ya no están para recibirte... el columpio se para.
    Saludos

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