Sé que debería alejarme.
Alejarme antes de que pierda el control y la razón.
Antes de que deje de mirarte para empezar a contemplarte.
Antes de que me pierda en el mar de tus ojos y me de igual no regresar.
Debería, antes de que inundes mis pensamientos con tu nombre y mi corazón con tu calor.
Sé que debería poner rumbo a otras batallas que tuviese posibilidad de ganar.
Sé que debería correr en dirección contraria antes de que me robes otro suspiro.
Antes de que se me encoja el corazón si vuelvo a ver un recoveco de tristeza en tus pupilas.
Antes de que me deshaga ante tu sonrisa.
Debería irme, lo sé, antes de que mi piel arda con tu contacto.
Antes de desear sujetarte bien fuerte y sorprenderte los domingos por la espalda.
Antes de que duela de verdad.
Antes de que vuelva a creer y que el fuego le gane la batalla al asfalto.
Antes de que decida quedarme.
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